La secta Fathiya: orígenes y motivo de su denominación

Hawzah/ Los Fathiya fueron una secta que, tras el martirio del Imam Yafar Sadiq (P), atrajo temporalmente la atención al proclamar el liderazgo de su hijo mayor, Abdullah, basándose en el principio de que el imamato debía transmitirse al primogénito. Sin embargo, esta creencia tuvo corta duración, ya que la mayoría de sus seguidores regresaron a la creencia en el imamato del Imam Kazem (P).

Según la Agencia de Noticias Hawzah, en este artículo se ofrece una revisión general de la secta Fathiya y su posición histórica y doctrinal.

Introducción

Fathiya o Aftahiya eran los seguidores del imamato de Abdullah, hijo del Imam Yafar Sadiq (P), conocido como Aftah. Tras el martirio del sexto Imam de los chiíes, Abdullah, su hijo mayor, reclamó ser su sucesor. Basándose en la narración atribuida a su padre: “El imamato pasa del Imam a su hijo mayor”, logró reunir a un grupo de seguidores.

Sin embargo, su pretensión no duró mucho, pues Abdullah murió setenta días después del martirio del Imam Sadiq (P) sin dejar descendencia. Como resultado, sus seguidores se dispersaron y, en su mayoría, aceptaron el imamato del Imam Kazem (P), dando fin a esta corriente en su etapa inicial.

Algunos sabios chiíes destacados, como la familia Bani Fazzal, siguieron a Abdullah, aunque muchos de ellos abandonaron este camino tras su muerte.

Motivo del nombre

El motivo de su denominación como Fathiya o Aftahiya se ha explicado de varias formas:

Por la fama de Abdullah al-Aftah, debido al gran tamaño de su cabeza (Aftah al-ra’s) o de sus pies (Aftah al-rijlayn).

Otros sostienen que el nombre proviene de un hombre llamado Abdullah ibn Futeih, originario de Kufa, quien habría dirigido al grupo, dando origen al nombre de la secta.

Biografía de Abdullah al-Aftah

Abdullah, hijo del Imam Sadiq (P), era el mayor después de Ismail. Su madre fue Fátima bint Hussein ibn Ali ibn Hussein.

Según algunas fuentes históricas, Abdullah estaba inclinado hacia las doctrinas de los Muryi’a y Hashwiya, hasta el punto de que el Imam Sadiq (P) lo llamaba “el gran Muryi’a”, razón por la cual fue rechazado por su padre.

Tras el martirio del Imam Sadiq (P), Abdullah se presentó como su sucesor, realizando los rituales de lavado y entierro del Imam y colocándose su anillo como símbolo de autoridad. Reunió a la gente en torno a sí con base en la narración antes citada sobre la sucesión al hijo mayor.

Abdullah falleció setenta días después del martirio del Imam Sadiq (P), sin dejar descendencia. En consecuencia, su creencia en el imamato terminó, y la mayoría de sus seguidores reconocieron al Imam Kazem (P).

Autenticidad de las narraciones

De las fuentes de biografía y transmisión se deduce que, a pesar de sus creencias, los Fathiya fueron narradores confiables y respetados por los Imames y los sabios chiíes.

Por ejemplo, se relata que un seguidor preguntó al Imam Askari (P) acerca de la validez de las narraciones transmitidas por los Bani Fazzal, quienes pertenecían a los Fathiya. El Imam respondió:

“Aceptad sus narraciones, pero no sus creencias.”

Asimismo, según Shaykh Tusi en Al-‘Idda, si un narrador pertenecía a alguna de las sectas chiíes —como los Fathiya, Nawusiyya o Waqifiyya— y era confiable, sus narraciones podían aceptarse siempre que no contravinieran otras y fueran compatibles con la práctica de los Imamíes. Por esta razón, los Imamíes aceptaban las narraciones de Abdullah ibn Bukayr (de los Fathiya), Sama’a ibn Mehran, Ali ibn Abi Hamza, Uthman ibn Isa al-Rawasi (de los Waqifiyya), y de los Bani Fazzal, entre otros.

El ‘Allama Hilli y Ibn Dawud Hilli mencionan a Ammar ibn Musa al-Sabati entre los narradores débiles, señalando que permaneció fiel a la doctrina Fathiya hasta el final de su vida. No obstante, Shaykh Tusi aclara que, aunque Ammar fuera Fathi, ello no afectaba su fiabilidad como transmisor de narraciones.

Fuentes :

Tusi, Al-Ghayba, p. 390.

Tusi, Al-‘Idda, vol. 1, p. 150, 1417 H.

‘Allama Hilli, Rijal al-‘Allama al-Hilli, 1402 H., pp. 243-244.

Ibn Dawud, Rijal al-Sharif al-Radi, p. 289.

Khui, Mu‘yam Rijal al-Hadith, vol. 12, p. 263, 1410 H.

Tusi, Tahdhib al-Ahkam, vol. 7, p. 101, 1407 H.

Fuente: Wiki Shia

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